Mazda6 2019: Mejoras sin concesiones

A diferencia de otras marcas, Mazda ha decidido que la actualización de cada uno de sus productos no será simplemente realizarle cambios estéticos o añadir uno que otro sistema electrónico. No, Mazda recientemente, sin avisar, ha dejado claro que la fase 2 de cada uno de sus actuales modelos será revisado a profundidad y entregará a los clientes prácticamente un modelo que puede cambiar incluso en sus cualidades dinámicas, además de comodidad total.

Así, llegada la fase 2 del Mazda6 nos hemos encontrado con un sedán que tiene numerosas mejoras, tantas que podemos decir que es un mucho mejor auto, todavía, de lo que ya disfrutábamos hasta ahora. Para empezar, en la parte delantera del exterior, sobresale la parrilla rediseñada con una trama entrelazada con figuras geométricas rectangulares tridimensionales, también cambia el área de las esquinas inferiores de las defensas, así como la configuración estética de los faros, que ahora llevan diodos emisores de luz.

En la parte posterior se agrega, aparte de una nueva configuración de las luces, una línea decorativa más horizontal que visualmente alarga la sección y le concede una imagen de mayor elegancia. Los tubos de escape tienen una nueva posición, más a los extremos. También tiene una nueva configuración de las luces traseras, que son más complejas e incluyen leds.

En el interior, el panel frontal es prácticamente nuevo, con una estructura horizontal con madera Senwood y otra de piel Nappa, que realzan la imagen de calidad y ésta puede superar incluso a marcas como Cadillac, o BMW. La calidad del armado es de muy alto nivel. Un cambio significativo es el enfoque en la construcción y diseño de para los asientos que inicia con la incorporación de un acolchado más grueso y cojines de banca más anchos, que dan un soporte más cómodo.

Los asientos en piel Nappa para la versión Signature cuentan con un toque suave y un rico acabado. El borde de cromo satinado graba una línea en la parte frontal de los respaldos de los asientos a la misma altura que las partes decorativas en el panel de instrumentos y las puertas, agregando un toque glamoroso en toda la cabina.

Para esta entrega, la novedad más impactante es sin duda la integración del motor de cuatro cilindros, 2.5 litros turbocargado que genera 228bhp y 310 libras-pie de torque, que es potencia y par más alto incluso de lo que puede proporcionar un motor V6 aspirado. Es el mismo que lleva la Mazda CX-9.

El llamado Skyactiv-G 2.5T destaca por su sistema dinámico de presión del turbo de Mazda que maximiza el uso de la energía de los gases de escape en función con la velocidad del motor y la recirculación del de escape refrigerado, que reduce la temperatura de combustión y por ello la relación de compresión es de 10.5:1 una de las más altas para un motor turbo de cuatro cilindros en línea. Este motor va acoplado a una transmisión manual de seis velocidades.

En nuestro primer contacto con este sedán nos dimos cuenta de inmediato que una de sus principales características es el silencio en la cabina de pasajeros, además de la comodidad de los asientos. Luego de eso tenemos que la marcha es levemente más suave que en el Mazda6 anterior, pero eso añade un poco más al tema de confort general que sumado todo(como la nueva puesta a punto) alcanza niveles todavía mejores de los de un auto Premium.

Si bien la marcha es levemente más suave, lo cierto es que los amortiguadores se comprimen muy progresivamente. Este efecto permite que las capacidades dinámicas sigan siendo las de un sedán de talente deportivo, lo que no sucede con otros modelos de otras marcas que, al suavizar su marcha, aceleran los movimientos de compresión y descompresión de los amortiguadores y se va al traste con la estabilidad, porque el auto lo que hará es “lanchear”.
Claro que para lograr suavizar un poco la suspensión y seguir teniendo una precisión direccional de altas calificaciones, además de estabilidad en todo momento, se debe tener una plataforma muy rígida, y eso es lo que tiene justamente el Mazda6 que ahora conocemos, que fue reforzado en muchos puntos vitales.

Hablando de la dirección, ya anotábamos que es muy precisa y lo hace con la asistencia más que adecuada para todas las situaciones comunes a las que se enfrentará. De hecho, noté cierta mejora en la programación de la bomba eléctrica, que ahora anticipa mejor la fuerza necesaria para apoyar los movimientos que desea el conductor. Al contrario de otros autos a los cuales es necesario activar el modo en el que transitan para modificar la fuerza de asistencia de la dirección (digamos City, Sport, Confort, etc), el Mazda6 es tan inteligente que ya sabe qué hacer, en cualquier caso.

Es muy ágil cuando tiene que serlo, digamos en curvas cerradas continuas, pero cuando es necesario es muy lineal cuando se va en carreteras largas y rectas. Por lo demás, el conjunto de la columna y el volante se sienten mejor aislados de las vibraciones.

Los frenos también tienen mejoras, que, aunque no se anuncian abiertamente se aprecian, ya que el pedal se corresponde con la dosificación de desaceleración en función a la intensidad y velocidad con la que se pisa. Así que aparte de todo, frena con mejor precisión. Bajo el frenado de emergencia, el auto frena parejo, es muy estable, no se percibe que los controles electrónicos estén operando para mantener el eje delantero o trasero en su lugar.

La marcha es en todo momento agradable y particularmente llama la atención que incluso las irregularidades del camino más sorpresivamente intensas son pasadas con mucha comodidad para los pasajeros. La potencia del motor turbo lleva a niveles más emotivos las reacciones de aceleración, recuperación de velocidad y arranques desde parado. La entrega de potencia es contundente, pero sin exageraciones o reacciones sorpresivas, prácticamente no hay torque-steer y pareciera que siempre puede entregar un poco más de velocidad, por más rápido que se vaya, digamos, 260km/hora.

Se trata de la mejor entrega del segmento de los sedanes en un par de años, de hecho, pone el listón muy arriba en equipamiento y, por su fuera poco, en desempeño, ya no digamos en emotividad al manejarlo. Tiene mejoras tan sustanciales y otras muy sutiles, como los USB en la codera de la fila trasera y la pantalla en el lugar del reloj central del panel de instrumentos.

La versión turbocargada llamada Signature llegará, junto con el resto de la gama, el 4 de mayo y su precio será de: 555,900 pesos.